15 ene 2008

Nosueños

Desde que dejé de fumar me es más difícil darle forma a los desvelos.
No sé de cuánto tiempo más dispongo para crear nuevos sueños, o acaso me sobren horas
Tal vez convenga quedarme piola con las utopías sepias, y esperar a que se cumplan, para tener nuevas, que es lo que suelo escuchar en la tele cuando alguien pretende mostrarse como ejemplo de cordura.
Entonces deberé renunciar al sueño de que mueras por mí, aunque día a día perfecciones tu lunar y las pecas de tu espalda.
A pesar de que la tarde se incline y me haga caer hacia el lado de los sueños, ya no quiero soñar.
Ahora solamente me tomo un café en el bar y miro cuando va al trabajo y sigo mirando cuando regresa. Contemplarla sin sueños, aniquila al futuro. Ya no quiero soñar solo.

0 comentarios: