Esta luna no nos corresponde. Fue hecha para el puerto de Mahón o para las arenas del desierto de Mongolia, o la Isla de Baronof, vaya uno a saberlo...
Frente a mi sencilla casa se muestra ajena, orgullosa de sí misma, o indiferente, como una trabajadora del cielo que apura sus horas de faena para marchar, sin detenerse a ver cómo luce el cuerpo desnudo de Sabrina, a través de la ventana.
Ya sé, tal vez el miserable tren blanco que pasa todas las noches la asuste, o los empleados del banco venidos en trasnochadores, y que desarman la trama nocturna al salir de festejos oficinistas aumenten su pálida nausea. Pero eso no es justo. Las aguas de ningún río pertenecen a un lugar, eso se entiende, como se entiende que el viento no se acueste a dormir en la esquina de dos esquinas más allá. O que alguien elija estar en otro lugar y no en donde la esperan. Todo eso lo entiendo porque todo eso es cerca y en el cerca habita cierto fastidio, en cambio la luna está a miles de kilómetros y así y todo escapa.
Y aunque combine con la sonrisa de Carla o el pensamiento alucinado de Inés a ella no le importa saberlo y no repara en las cosas que me resultan bellas.
Por eso me siento en las escaleras que llevan a la terraza y mientras tomo vino (una copa, o dos, o tres) me preparo para mirarla fijo y hacerla sentir incómoda.
Frente a mi sencilla casa se muestra ajena, orgullosa de sí misma, o indiferente, como una trabajadora del cielo que apura sus horas de faena para marchar, sin detenerse a ver cómo luce el cuerpo desnudo de Sabrina, a través de la ventana.
Ya sé, tal vez el miserable tren blanco que pasa todas las noches la asuste, o los empleados del banco venidos en trasnochadores, y que desarman la trama nocturna al salir de festejos oficinistas aumenten su pálida nausea. Pero eso no es justo. Las aguas de ningún río pertenecen a un lugar, eso se entiende, como se entiende que el viento no se acueste a dormir en la esquina de dos esquinas más allá. O que alguien elija estar en otro lugar y no en donde la esperan. Todo eso lo entiendo porque todo eso es cerca y en el cerca habita cierto fastidio, en cambio la luna está a miles de kilómetros y así y todo escapa.
Y aunque combine con la sonrisa de Carla o el pensamiento alucinado de Inés a ella no le importa saberlo y no repara en las cosas que me resultan bellas.
Por eso me siento en las escaleras que llevan a la terraza y mientras tomo vino (una copa, o dos, o tres) me preparo para mirarla fijo y hacerla sentir incómoda.
10 comentarios:
No sé si hayas logrado incomodarla con tu mirada. Hace siglos que la observan, adoran o maldicen. Pero leyó tus palabras y supo que tu venganza fue rotunda, certera. Contundente.
Esta noche volverá a posar sus ojos en vos impávida, pero ella vos saben...
Esa luna fue hecha solo para vos y para nadie más...
(todas las cosas son hechas para uno, para el que las mira y aprecia.)
Gea:
Ese es el problema de la indiferencia, no deja huellas, nada confirma
El Titán:
¿Justo esa fue para mí?
maravilloso, asterión.
esa luna es un espejo de mundos. todos ellos, el mío, el tuyo, se han reflejado en ella.
si los recordara todos, se volvería loca.
aunque sospecho que tu mirada y tus dedos acariciando esa copa, tus palabras escribiendo su esencia, la hacen estremecerse.
sólo puede disimular esa locura.
Cuesta acomodarse a los designios de la Luna,tal vez nazcan de nuestras asignaciones y no existan.Sos mi Sol, Sol de mi vida iluminan aun en la desesperanza.Hay millones de perras que se llaman Luna.Y lo peor, su cara oculta.De haber tenido muchas,podriamos elegir una que nos guste,pero sería muy arriesgado meterse al agua.Pero admito que usted es un crack,solo los elegidos despues de varias copas pueden mirarla fijo.
Ygriega:
Esa idea de rocaespejo me gusta especialmente porque tal vez sólo refleje la locura. Está demasiado distante para absorverla.
Nicolas Cavern:
Eso queda para Li Po, el poeta inmortal. Usted bien sabe que después de varias copas de vino apenas me queda el mirar.
"Papá ¿por qué la Luna nos persigue?"
pregunté una vez...
La luna lo sabía de antemano hace tantos años. Culpa tuya. Se estaba desquitando con tu servidor.
latrodectus:
Es una paranoia muy temprana, pero también una curiosidad bien planteada.
Seré curiosa... esa Luna cómo se llama?
Porque por lo indiferente, orgullosa de sí misma, ninguneando a Sabrina, Carla ó Inés me hace acordar a más de una que yo me conozco.
Serán seguramente puras casualidades.
Saludos, M. (de MalaOndaConLaLuna)
Morgana:
Ah, no le puedo decir... A ella es a la única que conozco con ese carácter
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