No recuerdo si íbamos a su casa o vagábamos. Me acuerdo de su nombre, Verónica, y de su remera negra y ajustada, con la cara de Spinetta, y que quiso caminar por la calle paralela a la vía del tren. Yo prefería otro recorrido, pero elegí arriesgarme.
Fue de las primeras noches de esa primavera y al detenernos, vereda por medio, mi mano se zambullía debajo de su pollera y despreciaba todos los pasados. Ninguno de los dos decía nada, qué decir cuando es primavera y los cuerpos se gozan. El silencio explota en la garganta y las lenguas aprenden sabores nuevos.
No recuerdo si íbamos a su casa o vagábamos. Me acuerdo de sentir derribarnos uno al otro, a puro respiro, y me acuerdo de ese perro furioso que arremetió contra nosotros dejándonos paralizados con distintos miedos hasta que alguien lo llamó, como diez minutos después.
Recuerdo no habérselo dicho nunca. Ese manto negro era el perro adiestrado de Carla. No pude verla, pero reconocí el silbido.
Fue de las primeras noches de esa primavera y al detenernos, vereda por medio, mi mano se zambullía debajo de su pollera y despreciaba todos los pasados. Ninguno de los dos decía nada, qué decir cuando es primavera y los cuerpos se gozan. El silencio explota en la garganta y las lenguas aprenden sabores nuevos.
No recuerdo si íbamos a su casa o vagábamos. Me acuerdo de sentir derribarnos uno al otro, a puro respiro, y me acuerdo de ese perro furioso que arremetió contra nosotros dejándonos paralizados con distintos miedos hasta que alguien lo llamó, como diez minutos después.
Recuerdo no habérselo dicho nunca. Ese manto negro era el perro adiestrado de Carla. No pude verla, pero reconocí el silbido.
7 comentarios:
Bello, bello.
Mi mayor abrazo.
(ando perdida, pero volveré y seguiré siendo del millo)
Inquietante.Qué mala tipa Carla, que mensaje terrible. Yo no iría más por esos lares.
Tus escritos gritan constantemente que sos de los que se arriesgan. Tu intensidad requiere desafíos, no permanecer en la zona de comfort que ofrecen lo seguro y lo conocido.
Guachita Carla, eh? Yo, en su lugar, no lo llamaba!!!
Muy buen texto señor...
Me imagino que lo del perro no era paranoia.
A propósito, sepa usted mi señor que a los paranoicos también nos persiguen.
Alicia:
Quien asegura que volverá no está perdida sino alejada.
Titán:
Es cierto, hay gente delicadamente mafiosa.
Gea:
Me confundís con lo de "guachita Carla" para luego apoyar su conducta con la tuya. ¿Guachita Gea?
Latrodectus Sapiens:
Lo del perro no era paranoia sino mensaje violento.
Pocas aventuras tan fáciles como la de perseguir a un paranoico.
Qué jodida Carla... no le alcanza con tirarle los perros a Sarkozy que también arremete con ud?
Cuidesé: La próxima le manda un tema suyo por teléfono y lo fulmina.
Saludos, M. (de MeGustaCómoCantaCarla!)
Morgana:
No se inquiete, tal vez tenga otros métodos para destruirme, o no
Publicar un comentario