21 jun 2008

Dark

Esta maldita noche escupe estrellas negras sobre mi insomnio, húmedas y pegajosas como semillas de mandarina.
Me esconde el horizonte y me obliga a cruzar inconsciente la frontera. Más allá de todo, siempre está la burla.
La piel del ángel, a un costado como un felpudo lampiño, nos mira con ojos de amapola ignífuga. Otra mueca rígida sin pretensión de alerta
Pocos eligen morir de arriba a abajo, sin siliconas que narcoticen los huesos tensos ni el crepitar de la espalda. Más allá de todo, el acorde desafinado. La voz de quien no esperamos. Las escamas del cielo y el abrazo del opio.
Hasta recién estabas conmigo, alcohólica, desnuda y tibia, haciéndome arder en tus uñas, ahora sos apenas un hueco elástico que se completa con vacíos.
Soy la barcaza hundida en un mar nocturno y sedoso. El puerto se halla en la profundidad

6 comentarios:

Kenneth Moreno May dijo...

excelente texto....

la gravedad hace el resto

Anónimo dijo...

Oh! deme las coordenadas que ni bien pueda, me calzo el traje de buza y lo paso a visitar!

Anónimo dijo...

Nunca más oscura la noche cuando está por amanecer...

Asterion dijo...

Latrodectus:
Entre la gravedad y el tiempo, no hay escapatoria.

Metal Pastoriza:
Oh Neptuna boliviana! Yo no coordino.

Madryn:
Nunca más oscura la noche que sin luna y en Playa Unión

Ygriega dijo...

me enkantó. describiste a la perfección los vaivenes agobiantes de las cercanías-ausencias. y de un modo tan gráfico, tan desgarrador, ke resulta imposible no sentir esas palabras como propias.
abrazo azul!

Asterion dijo...

Igual es todo tan único y personal, ygriega... gracias y un abrazo para vos