27 ago 2008

Tres Cuentitos Tontos

Cuento Uno:
Hubo un momento en que H, G y C eran amigos, muy amigos. H estaba soltero y los otros dos, no. Un día la esposa de G se enamoró de H. y decidieron vivir juntos. Lo echaron a G. Desde luego G y C dejaron de verlo a H y el tiempo pasó consolidando la amistad de G y C.
Después de varios años G ya tenía nueva pareja y el matrimonio de C estaba roto. C conoció a una mujer y comenzó a rehacer su vida (un poco), pero después de un tiempo se dió cuenta de que estaba siendo engañado. La mujer se había enamorado de otro. Ese otro era H que sin conexión ninguna en diez años repetía la historia.  Hoy G y C no se ven más. H murió hace 4 años y las dos mujeres andá a saber...

Cuento Dos:
Caminado por la avenida Dorrego es señor C ve a una mujer a la que no pudo dejar de mirar. Ella tenía gorrito marrón, un tapado negro y una bolsita de Coto (en realidad era un sobrerito pero el señor C no quiere relacionarla con el tango Maria) A unos diez metros se dieron cuenta de que no quitaban la mirada del otro. El señor C dejó que pasara a su lado -nunca dijo piropos en la vía pública- sin embargo segundos después del cruce al señor C se le escapó un melancólico "pará" Se dio vuelta para comprobar que nadie había oido la súplica, pero ella, estaba ahí, detenida a un metro y medio de él, esperando.
Es señor C no supo qué decir y como suele ocurrir en la falta de creatividad dijo: "¿Cómo te llamás?" "M.A." respondió ella y automáticamente se cerró el diálogo. El señor C apenas sonrió. Supo que debía huir, pero no podía dejar de mirarla a los ojos, entonces dijo con naturalidad: "quería saber a quien nombraba cuando llamaba a otras" Ella sonrió. Él supo que el encuentro había finalizado y se despidió: "ojalá, nos volvamos a ver" Se dió media vuelta y se fue.
Entonces escuchó: "pará" Se detuvo.  "Yo quería saber si te gusta más él café o el cortado, pero dejá en todo caso otro día" El señor C. intuyó que todo dependía de ese instante y le dió su número de telefono. Sólo de quererlo ella se encontrarían. Se fueron. Era miércoles y hacía mucho frio.

El viernes lo llamó al señor C la muchacha M.A. y decidieron tomar un café.
Ella le contó que el lunes próximo se iba a vivir a Madrid y que por eso no quería historia con nadie. Ya se había despedido de sus amigos y familiares. Ni siquiera los quería en el Aeropuerto pero no pudo negarse a tomar un café con él.
Desde ese momento hasta el lunes a la mañana -cuando llegó el remisse que la llevaría a Ezeiza- estuvieron juntos. Ya en el auto ella le dijo "tomá esta carta. Abrila solamente si estás en el Aeropuerto de Barajas. Tiene mi dirección y el número de teléfono" Se besaron. Se fueron.
El señor C. nunca fue al Aeropuerto de Barajas. Nunca abrió la carta. La guardó.

Cuento Tres:
El señor C. tiene una posibilidad traumática que le causa gracia, tal vez algo de temor.

a) Hace muchos años el señor C. de metejoneó con la señorita M (Marcela) pero al tiempo, ella se fue a vivir a Estados Unios para estudiar Oceanografía en la Universidad de Florida. Mucho después trabajó en la Fundación Jacques Cousteau 

b) Hace varios años conoció a la señorita M.A. (señalada en el cuentito anterior) y ella se fue a vivir a España.

c) Cuando se enganchó con M (Maia) una chica romana con hermosos rasgos orientales (padre japonés) que vivió mucho tiempo en Madrid y trabajaba para una revista de esa ciudad, la enviaron a México.

d) El señor C. no recuerda si fue el tercer o cuarto caso, pero salió con M (Mariana) una de las primeras en hacer de estatua viviente en Buenos Aires (hacía de estatua tan bien, que frente a la Iglesia Redonda de Belgrano, más de una vieja le rezó) El romance terminó cuando ella se fue a vivir a Granada.

Aparentemente la Letra C y la letra M no son compatibles, sin embargo, quien siempre se le va al señor C. no es sólo M. sino el apócope de mamá. 

Nota: Siempre le pidieron al señor C. que escribiera estos acontecimientos extraños, pero nunca supo cómo, por eso me dió el encargue. 

5 comentarios:

DudaDesnuda dijo...

Pasa que la "M" usan esas patitas que tienen y se van, en cambio las "C" nunca terminan de cerrar el círculo porque si lo hiceran se transformarían en "O" y sería muy complicado para todos quedarnos sin la "C"

Besos y divagues

Asterion dijo...

Dudadesnuda:
Puede ser cierto, conozco una que se fue a los saltitos.

Anónimo dijo...

Melancólicos cuentos. Traiciones, abandonos, desencuentros. Estatuas que se esfuman en el aire como fantasmas. Lindo.

Anónimo dijo...

El hermano de M, J decía que el era un puente de sus relaciones a otros estadíos ni mejores ni peores, solo otros.Pero m'hijo, C es un propelente propiamente.

Asterion dijo...

UVT:
El señor C agradece su comentario

Nicolas Cavern:
El señor C. no entiende su comentario.