8 jul 2008

Humo

Nací en esta isla y nunca salí de ella. Está ubicada a tres días del continente. Es apenas una colonia de pescadores y algunos comerciantes de lana. Tiene su faro y tenía sus botes. Ciento setenta y ocho personas exactamente, antes de que el asesino comenzara su ataque.
Todo comenzó en una noche serena de invierno. Las barcas se perdieron, algunas quedaron hundidas cerca de la costa, otras solamente desaparecieron. No supimos qué pudo haber pasado con ellas. 
En la mañana todo el pueblo salió buscarlas, pero sólo vimos restos inservibles.
Por la tarde, en medio de la tarea, encontramos cinco cadáveres. La familia Nourto había sido asesinada.
La aldea es un lugar sencillo y pacífico, los únicos que tienen armas son los dos del destacamento policial, Soria y Mehesi, pero ellos no fueron. Antes del anochecer los encontramos destripados en la playa.
Somos tan elementales que ni supimos de quién sospechar, pero alguien había sido.
La siguiente víctima fue Alfredo Mendía, el farero, que cayó o fue empujado desde las ventanas más altas del faro. Antes de transcurrida la primer semana, 65 personas habían sido asesinadas.
En la semana siguiente, no ocurrieron más muertes. Todos estábamos temerosos de salir, y habíamos organizado una patrulla, yo no formé parte de ella, y creímos que la situación estaba controlada aunque el asesino no fuera descubierto.
A la semana siguiente, otras cuarenta personas murieron. Algunos asesindos a golpes, otros apuñalados y unos pocos por dormir con el bracero y las puertas y ventanas tapiadas, a causa del miedo. Dos matrimonios se suicidaron atacados por el pánico.
Entre los ciento nueve vecinos muertos figuraba gente de todas las edades, viejos y jóvenes, débiles y fuertes, hombres y mujeres.
Las sesenta y nueve que quedamos con vida nos agrupamos en la Iglesia. Llevamos remos, palos y todo lo que pudiera representar un arma que nos ayudara. No hubo caso. en diez días sesenta y siete fueron masacrados. Solo quedamos Ballester y yo. Hace dos horas salí a buscarlo porque no sabía de él y me topé con su cadáver cerca del corral de ovejas. Regresé corriendo a la Iglesia. Entré, trabé las puertas y me escondí en la sacristía, ahora noto que del cenicero emerge el humo de un cigarrillo mal apagado.

16 comentarios:

Laviga dijo...

No siga encubriendo a su Hyde, Mr. Jekyll...

El Titán dijo...

Entonces fue usted o fue la quema de los pastizales???

Excelente...
Para una antología...

Asterion dijo...

Laviga: Bueh... si me trata de esquizofrénico...

El Titán: Bueh... si me trata de presunto asesino...

Ygriega dijo...

hacía tiempo ke no leía un eskrito ke tuviera esa influencia diabólika sobre el lektor, en el sentido de no poder interrumpir la lektura (por el kontrario, kerer adelantarse al relato mismo, tener ke releerlo para superar esa velocidad), y armar en la cabeza una ida al cine.
esta película me tuvo expectante, comía pochoclo pero de a momentos tenía ke dejarlos levitando en la comisura de mis labios abiertos.

me enkanta el giro ke está tomando tu eskritura. estás eskribiendo de modo más visceral, más bizarro.
"tregua" es también un perfecto ejemplo de ese nuevo sendero.

abrazos azules y gracias por los comentarios!!

Anónimo dijo...

Es obvio que fue usted, que fue el que lo pudo contar.
Se pisó solito, le cuento.

Asterion dijo...

Ygriega:
Me alegra que te haya sucedido eso con la lectura. Con respecto al cambio, tiene que ver con la manera de encarar un tema. A veces escribo así, a veces de la otra manera y a veces, bien. Beso

Metal Pastoriza:
Yo había salido de la Iglesia dos hs antes a buscar al finado (que en paz descanse) Ballester y cuando regresé asustado, ví en el cenicero un cigarrillo recién apagado. ¡El asesino me esperaba ahí mismo! Beso

Alicia dijo...

Dios fuma y somos nosotros los que perdemos la vida...?

a este no lo voto, Aste, ehhh, es decir, sí, pero no...

Asterion dijo...

Alicia:
Bien ahí! La posibilidad místico fatalista no había sido contemplada aún.
Si es beligerante frente al argumento de un Dios injusto, sepa que no hay tribunales donde radicar la denuncia.

Anónimo dijo...

Está seguro de que era el cenicero y no el incensario?

Asterion dijo...

Metal Pastoriza:
La noto preocupada. Salvo que algún hereje apague el pucho en el inciensario... Mandinga! sería él?...

Anónimo dijo...

Ahí no conocen la restricción de fumar en lugares cerrados?
Muy buen relato.

Asterion dijo...

Guty
Bueno... no la conocen en la prov. de Bs, As,... a las islas llega todo más tarde

Anónimo dijo...

El Faro del Fin del Mundo reloaded encima me mata a Messi y en los Juegos Olimpicos a quien ponemo?"USTED ES UN GENERADOR DE VALLAS Y OBSTACULOS"Sepa que esta carnicería no va a quedar así.¿Donde le pongo la hache a Oyarbide?Vuelva a enamorarse,no joda con la muerte.Pruebe y error en Bauness vive La Utopica tiene tres de siete timbres para tocar en busca de la felicidad,entre Ballivian y Pampa, vereda par.

Asterion dijo...

Nicolas Cavern:
Desmiento que Messi y su familia viviera en la isla. Los muertos eran muy malos jugando al fútbol porque en la isla se jugaba al fútbol con pescado y permitía desarrollar gran talento.
Por otro lado usted me da una dirección en Parque Chas y eso es más riesgoso que la isla. Gracias igual, pero esperaré a La Utópica cuando slga a hacer compras.

Anónimo dijo...

A ver. Los muertos no fuman, y tampoco lo hacen las ovejas.
¡Ya se!, el tipo es esquizofrénico y fuma, pero todavía no lo sabe.
Le aconsejaría que raje, pero es al pedo.

Asterion dijo...

Claro, pobre asesino encima lo tratan de loco